Vivimos en un mundo donde las relaciones evolucionan, se adaptan, se digitalizan. Hoy, un “me gusta” en redes sociales, una conversación por WhatsApp o un mensajito aparentemente inocente pueden abrir la puerta a un tipo de infidelidad que no siempre se ve… pero se siente: el microcheating.
Es un término que proviene del inglés y se traduce como “micro infidelidades”. Se refiere a esas pequeñas acciones que, sin ser una infidelidad clásica, cruzan ciertos límites de lealtad emocional o sexual en una relación.
Por ejemplo:
- Escribirle a alguien “por curiosidad” sin contárselo a tu pareja.
- Borrar conversaciones o cambiar el nombre de un contacto para ocultarlo.
- Mantener una relación ambigua con un ex o con alguien que te atrae.
- Publicar en redes sociales con la intención de llamar la atención de alguien específico.
No se trata de ser paranoicos ni de controlar cada paso del otro, sino de entender que hay conductas que, aunque parezcan pequeñas, pueden generar un gran impacto emocional en la relación de pareja.
¿Por qué duele tanto?
Porque el microcheating no necesariamente involucra un cuerpo, pero sí un deseo, una intención o una parte emocional que deja fuera a la pareja. Y cuando eso se repite, cuando se hace en secreto, cuando se evita hablarlo… puede doler tanto como una infidelidad física.
Lo que muchas veces lastima no es el hecho en sí, sino la falta de honestidad y el silencio que lo envuelve.
¿Estamos exagerando?
No. Lo que para algunas parejas puede ser irrelevante, para otras puede ser profundamente doloroso. Por eso, en una relación sana no hay reglas universales: hay acuerdos, hay límites claros y hay respeto mutuo.
Hablar de microcheating es también una oportunidad para fortalecer la relación. Para revisar cómo están los vínculos, cómo se están comunicando, qué se permite y qué no. No es un tema de control, sino de cuidado.
¿Y si ya pasó?
Lo más importante es no quedarse atrapado en el juicio, sino avanzar hacia el entendimiento. Algunas señales que pueden ayudarte:
- ¿Por qué hice lo que hice?
- ¿Qué estaba buscando en esa interacción?
- ¿Estoy satisfecho/a con mi relación actual?
- ¿Estoy dispuesto/a a reparar y reconstruir?
En muchas ocasiones, estos episodios son una señal de que algo necesita atención, diálogo o incluso acompañamiento terapéutico.
En Met Medical Center trabajamos desde una mirada profesional, humana y sin prejuicios para acompañarte en procesos de pareja, sexuales y afectivos. Porque entendemos que la fidelidad no siempre se mide en blanco y negro, y que cada historia merece ser escuchada con respeto.
¿Sientes que este tema te resonó? ¿Que hay cosas que aún no se han hablado? Estás a tiempo de sanar, comprender y crecer.
Te esperamos en Met Medical Center
Hasta nuestro próximo blog…